Después del fallido intento de construir la Casa Errázuriz [pdf] en el balneario de Zapallar (Chile), ésta es la única casa construida por Le Corbusier en el continente americano. Estamos hablando de la Casa Curutchet, construida en La Plata (Buenos Aires, Argentina) en 1955 y encargada al arquitecto franco-suizo por el cirujano Pedro Domingo Curutchet, quien en 1948 le envió fotografías y planos del terreno de 180 m² que acababa de comprar en la ciudad argentina.
Coordinada desde Argentina sucesivamente por Amancio Williams, Simón Ungar y Alberto Valdés, la casa Curutchet pasó de vivienda y consulta médica a ser la sede del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires (CAPBA) desde 1992, tras cinco años de ser declarada monumento nacional de Argentina y a 60 años de su construcción, un acabado proceso de restauración logra poner en valor esta histórica construcción.
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Con un diseño que goza de buena salud hasta el día de hoy, la casa Curutchet es fiel exponente de los cincos puntos en la búsqueda de una nueva arquitectura, de parte de Le Corbusier: construcción sobre pilares, planta libre, terraza jardín (quinta fachada), fachada libre y un ambiente diseñado siguiendo las proporciones del hombres (al punto que Amancio Williams logró que la construcción se rigiera por El Modulor y no bajo las condiciones que imponían la normativa argentina de ese entonces).
Construido en hormigón armado y losas encasetonadas de 40 cms de espesor sobre columnas de hormigón armado cilíndricas, el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires junto a la compañía Tersuave inauguraron en enero los resultados de la restauración de la primera obra de Le Corbusier en América, casi una década antes de la construcción del Centro de Artes Visuales Carpenter en Massachusetts (Estados Unidos).
En conversación con el diario argentino La Nación, Julio Santana, director de la casa Curutchet, explicó el proceso:
"La puesta en valor abarcó un trabajo de limpieza, remoción y reparación de las superficies interiores y exteriores. Luego se realizó la imprimación y preparación de paredes y cielos rasos, (en coordinación con) Tersuave. Respecto de las pinturas se hicieron cateos de los colores enviados por la Fundación Le Corbusier en la anterior puesta en valor que data de 2000. También se efectuaron otras obras como la rehabilitación del sótano, incluyendo el lavadero y el baño, y está por terminarse el garaje, que eran sitios sin acceso al público durante los últimos veinte años".
El próximo paso para el gremio local es crear un centro de documentación tanto del edificio como de la obra de Le Corbusier, según Santana.
